domingo, 24 de junio de 2012

EN EL ACANTILADO CON EL ESCRIBANO

Días atrás me encontraba sentado en un cortado rocoso, en uno de los acantilados que tanta belleza le dan a la bahía de Altea, esperando la posible aparición de los jóvenes  halcones peregrinos que tan ruidosamente comienzan sus prácticas de caza y vuelo acosando a las gaviotas patiamarillas, cuando por el rabillo del ojo detecté un movimiento en las rocas de mí alrededor. Lo primero que pensé fue en el roquero solitario o en la collalba negra pero cuando por fin logré localizarlo resulto ser un precioso escribano montesino, que a falta de halcones me alegro la tarde. Estuvo unos cinco minutos canturreando a mí alrededor, por lo que pensé que era posible que tuviera el nido cerca, así que después de unas cuantas fotos opté por marcharme y no molestar.









Escribano Montesino ( emberiza cia )

Y por salir un poco del tema ornitológico pondré algunas fotos de unos bichos que me hacen pasar unos ratos muy divertidos viéndoles comerse la comida que pongo en el comedero-bebedero para aves que tengo en casa.



Rata de campo

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