lunes, 19 de septiembre de 2011

EN EL JUNGFRAU, CIMA ALPINA A 3.751 METROS

Después de un buen madrugón y cerca de dos horas de tren llegamos a la estación más alta de Europa:Jungfrau.La estación está situada en un glaciar de los Alpes suizos. En ella hay una especie de centro de recepción para turistas con terrazas panorámicas sobre el glaciar, un palacio de hielo subterráneo y puntos de salida para excursionistas y escaladores.
Mi objetivo es claro: alcanzar una estructura metálica con funciones de mirador en busca de la chova piquigualda. Somos los primeros en acceder al lugar y las chovas no se hacen esperar más de cinco minutos. Primero las oímos sin conseguir situarlas, momentos después ya están dando pasadas a menos de diez metros de nosotros.Junto a las chovas pasa también un gran cuervo.






Chovas piquigualdas

Cuervo

A los pocos minutos la plataforma ya esta llena de turistas, me agobio y me marcho a visitar el resto de instalaciones para regresar más tarde y dar con el segundo de los objetivos que tenía en mente para ese día: el gorrión alpino o nival.Debajo de la estructura de la plataforma, sobre la roca, detecto un pequeño pájaro de tonos grisáceos. No hay duda, es él. Después de unas fotos de aproximación y algo forzadas decido hacer sonar el reclamo con el móvil para ver si consigo que se acerque. El resultado es todo lo contrario, el gorrión en cuestión junto con dos ejemplares más que no había detectado salen volando y se pierden por detrás de un saliente de la roca para el resto de la jornada.



Gorrión nival

Finalizada la visita a la cima comenzamos el descenso combinando tramos en tren con otros a pie por las sendas preparadas para tal fin. Tras uno de los recorridos a píe, durante el cual no deje de ver y fotografiar chovas,llegamos a una de las estaciones del tren de una pequeña población que no es en realidad sino una estación de esquí. Durante el descenso a dicha estación no había parado de observar el paso continuado en la lejanía de unas aves de tamaño mediano que en principio identifiqué como arrendajos (tan comunes como son en la zona). La sorpresa fue mayúscula cuando con la proximidad pude identificar correctamente a los individuos, tachaaaaaannnn, eran cascanueces. Decenas de ellos pasaban volando por encima de la estación, unos hacia arriba con el pico cargado de unas frutas redondas y otros hacia abajo que iban de vacío. No esperaba verlas en una zona tan despoblada de árboles por la altura.


Cascanueces
La jornada había superado con creces las espectativas iniciales. El resto de días en Suiza sirvieron para ver más trepador azul, varios ratoneros y un gavilán entrando a saco en una pared rocosa en la que revoloteaban gran cantidad de avión roquero.


                                                                         Trepador azul
                                                              Gavilan + avión roquero

Otro tema sería el de las mariposas pero eso merecería una entrada a parte.
















1 comentario:

  1. veo que has disfrutado, buenas fotos con variedad de aves, enhorabuena
    un saludo
    j.alcaraz

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